Por: Daniel Escobar
Las ciudades son relatos abiertos: en cada habitante mil historias, en cada calle muchos hechos, detrás de cada muro un secreto. Y es quizá ese infinito número de situaciones, hechos y personajes, lo que hace imposible representar una ciudad en su totalidad. Por ello, toda forma de hacerla visible es reflejo, vestigio, manera particular y distinta.
Daniel Escobar propone una ciudad de escenografía, trazando líneas de fuga por las que una calle tiende puentes al infinito, y al margen de la cual los edificios se ensamblan como bloques de un modelo para armar, mientras los habitantes parecen agujas o pequeñas fichas puestas en el tablero de su destino.
En estos lienzos la ciudad “arde” en los rojos y naranjas de sus cielos o se arrebata en el blanco que compite con el azul. Oleos al empaste y a la espátula, revelan el paisaje urbano detonado por la fuerza del color vivo y las geometrías del silencio, evocando sutilmente las arquitecturas del artista surrealista Giorgio Chirico, en el llamado periodo metafísico de su pintura.
Hola: Llegué hasta aquí por casualidad, me gustó este blog...
ResponderEliminarVoy a seguirte, si tienes ganas, puedes pasarte por el mío, te dejo el link porque en mi perfil aparecen tres.
Un abrazo.
Humberto.
www.humbertodib.blogspot.com